jueves, 29 de noviembre de 2012

Y llega el momento en el que el camino se difurca, nuestras vidas se separan y perdemos el contacto, tu suenas cada vez más vacía cuando hablas conmigo, las dos estamos distantes, apenas nos saludamos con un triste hola y, francamente, si ninguna de las dos cede, todo esto se irá directo al contenedor de la basura. Estamos en una constante batalla, en la cuerda floja, juntas, pero a la vez separadas, separadas, pero juntas en mente. Y lo mejor de todo, es que a ti te da igual. Lo mejor de todo esto, es que creo que no te importaría perderme, tirar tantos y tantos años de amistad...
Así que, afloja. Afloja, mírame. Ya basta. Me he cansado de esto, este juego, me cansa, mírame a los ojos, y dime que ves en ellos. Seguimos en el mismo tren, amiga. Tú decides si te bajas, o permaneces, yo me quedo. Por ti, y por mí, por nosotras. Esta de más recordarte lo importante que eres para mí, yo voy a luchar por nuestra amistad, porque si no arriesgas no ganas, y en este juego, todavía no está claro quien tiene las de perder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario