viernes, 14 de diciembre de 2012

No, ya no hay nada, ni siquiera el hola de por las mañanas, atrás quedaron todas las promesas, los te quiero, los siempres. Atrás quedaron los abrazos y los besos. Atrás quedó esa amistad. Atrás quedó todo. Me miras con esos ojos tristes y sonríes levemente, no quieres que note como te sientes en verdad. Mis ojos se vuelven acuosos y te devuelvo la sonrisa, no quiero que me veas triste, menos por ti. Aparto la mirada y suspiro, es increíble el cambio que ha dado todo en tan poco tiempo. Es impresionante que ni siquiera yo pueda reconocerte, no, ya no queda nada.

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