domingo, 18 de octubre de 2015

"Chico conoce a chica. Chica conoce a chico. No se pueden encantar más. Ella de una punta, él de la otra. El mundo les dice que están locos, que como van a viajar tanto. Que esas cosas nunca salen bien, que todo serán cuernos e infidelidades. Que lo van a pasar mal. Lástima que no ven sus sonrisas cada vez que se escuchan por teléfono. Mensajes. Llamadas de Skype antes de dormir. Las prisas para hacer la maleta, y joder, cómo se abrazaban en la estación. Y no se vieron las lágrimas más sinceras que las de sus despedidas. Hacen planes para estar juntos cada día, se dedican canciones desde lejos. Bailan en la cama cuando se reunen. Y aunque saben que seguramente, (o no) un día se acabe, más vale intentar algo que te emociona, que arrepentirse de por vida de no haberlo intentado."



sábado, 3 de octubre de 2015

Te quiero.

Finalmente, me he dado cuenta de que te quiero, pero no es un te quiero normal y corriente como los que se dicen en las películas, o los que se dicen en los momentos de tensión en los que estás a punto de perder a esa persona, no es un te quiero de los que se dicen todas las noches por costumbre antes de despedirte, tampoco es un te quiero para casarme contigo o vivir treinta vidas a tu lado, todavía somos jóvenes. 

Mi te quiero, es un te quiero de esos que mantendrán su intensidad todo el tiempo que dure, incluso después. Es un te quiero tan denso como el aire que respiro cuando no estás conmigo, es un te quiero de esos que se dicen de vez en cuando, pero los sientes de verdad, con el corazón. Es un te quiero que dice que no sé si viviría treinta vidas a tu lado, pero no me importaría revivir treinta veces cada momento junto a ti. Es un te quiero mezclado con un toque de locura, un te quiero que lleva inyectada la adrenalina que recorre mi cuerpo cuando pienso en ti. Un te quiero de los que se dicen cuando no me importaría dormir cada noche en tus brazos ni despertarte con un beso en los labios cada mañana. Un te quiero más fuerte que todo el metal del mundo, inquebrantable e infranqueable, capaz de superar huracanes, tsunamis, y los kilómetros que nos separan. Puede que no sea un te quiero de los que se dicen en las películas de amor, pero yo me siento en una de ellas cuando te oigo pronunciarlo.

No es un te quiero que prometa un para siempre, eso está demasiado visto y demostrado que nunca se cumple, es un te quiero que promete no apagarse mientras estés conmigo, ya sea a km's o a cm's de mis labios. No es un te quiero que llega de repente golpeándote en la cara de la noche a la mañana, es un te quiero que ha ido cultivándose día tras día después de un intenso flechazo. Como ya he dicho, no se trata de un te quiero que se dice en los momentos de tensión, es un te quiero que se dice en todos los momentos posibles.


No puedo prometerte un para siempre, pero sí prometo que te querré siempre pase lo que pase, incluso si no estás conmigo y sea de intensidad diferente, porque tú llegaste a mi vida por sorpresa y permaneces en ella haciéndola un poquito mejor día sí y día también. Por ello te doy las gracias y te prometo de nuevo que mis ganas de verte son más grandes que la distancia que nos separa.
Y yo jamás prometo en vano.