martes, 24 de octubre de 2017

Para siempres de película....

Y de repente llega esa persona que lo cambia todo y te hace darte cuenta de que llevas toda tu vida condicionada por el tiempo, la edad y la falta de experiencia, cuando el amor no entiende nada de eso.
El amor llega sin más y cuando llega lo sabes. Lo sientes dentro de ti.
Y entonces comprendes que no importa si lo conoces de hace 2 años o de tres meses, si tienes 18 años o 35, si has estado con 10 chicos o con 1, porque sin duda cuando llega esa persona lo sabes.
Algo en tu interior te dice que es él, algo en tu interior se acciona y todo a tu alrededor empieza a verse mucho más bonito y todo es gracias a esa persona.
Llegó a mi vida de una manera inesperada una noche cualquiera de diciembre, y no sé quién podría haber sabido que alguien como él y alguien como yo acabarían haciendo una combinación tan perfecta y explosiva unos meses después, y yo que creía que encontrar el amor en una discoteca a día de hoy era imposible.
Llegaste como los primeros copos de nieve en una montaña cuando se acerca el invierno, sin avisar y sin pedir permiso. Me buscaste y yo huí de ti. Ninguno de los dos podría haber imaginado que acabarías encontrándome de nuevo. Y no sé por qué aquella vez no quise huir. Fingí que me daba igual quedarme o marcharme pero en el fondo supe desde el primer día que no querría irme jamás.
Y no entiendo cómo en tan poco hemos podido llegar a sentir tanto, cómo en tan poco lo tenemos tan claro y cristalino, como en tan poco me puedo ver reflejada en tus pupilas y que me tiemblen hasta las pestañas, como en tan poco se me eriza la piel cuando me dices que me quieres al oído.
De repente llega alguien que te hace entender por qué no funcionó con nadie más, y es que me das todo aquello que necesito y que ya no quiero que nadie me de si no eres tú. Llega alguien que te hace creer por primera vez en esos "para siempre" de película, alguien por quien apuestas todo porque no te da miedo perder, o porque estás muy segura de que vas a ganar.
Entonces le miras y ya no es la gravedad la que te sostiene, es él. Miras al futuro y no concibes una realidad en la que él no esté, y no necesitas años para saberlo con certeza porque lo sientes dentro de ti. Sencillamente lo sabes.
Y lo amas, sí. Y hasta amarle se queda corto.
Y aunque sabes que precipitarte es un error, si estás con él te da igual cometerlo.
Hoy me dirijo a ti personalmente, amor, para decirte que te quiero como quiero a pocas cosas y desde luego como nunca antes he querido, porque te aseguro que jamás había querido tan bien.
Haces que te quiera, pero sobretodo haces que me quiera más a mí y eso es lo más bonito que hay. Me haces ser mejor cada día y contigo tengo ganas de aprender y crecer todos los días. Yo nunca había dicho un te amo, y contigo he aprendido que cuando quieres tanto a alguien, los te quiero se te quedan cortos. Y contigo hasta los te amo se me van quedando cada vez más chiquititos. 
Y es que, ¿sabes? Cada día tengo más ganas de quererte.
Me he enamorado de ti y por primera vez en mi vida estoy feliz por estarlo y no me da miedo sufrir porque sé que a tu lado todo fluye y nada influye, y ojalá pudiera explicarte lo mucho que alcanzo a quererte, pero me faltarían líneas y letras del abecedario para poder contártelo.
Doy gracias al destino por ponerte en mi camino y le pido por favor que no me faltes nunca porque no sé qué sería de mí si no te tuviera.
Gracias por cada beso, por cada sonrisa, por cada mirada llena de ternura, por cada gesto de cariño, por cada "hoy por ti, mañana por mí", por los "no te cambio por nada", los "me encantas", los "te quiero", las visitas inesperadas, las locuras, las risas a carcajadas y la complicidad que comparten nuestros ojos cuando se encuentran. Gracias por no dejarme sola y por estar dispuesto a todo por sacarme una sonrisa, por ver cosas preciosas donde yo solo veo cosas malas y por ser mi luz y mi guía cuando se me nubla la razón y la ansiedad no me deja saber dónde estoy.
Gracias por hacerme creer en los para siempre de película y por hacer que yo quiera vivir el mío de tu mano.
Por tu comprensión, por tu respeto, tu confianza, tu cariño, tu lealtad, tu ternura, tu amor. Ahora sé que soy lo que buscabas porque tú eres todo lo que necesito.
Gracias por ser como eres y por dejarme ser a tu lado.


Siempre nuestros, te quiero.

domingo, 1 de octubre de 2017

Querido diario...

Querido diario:


He conocido a alguien. Alguien diferente pero similar al resto al mismo tiempo.
Alguien que no tiene miedo al qué dirán.
Alguien que no se preocupa por si algo sale mal o no, simplemente se centra en hacerlo.
Alguien que va (iba) dando tumbos por la vida hasta que me encontró.
Y qué bonito cuando encuentras a alguien que te hace entender que quizá la vida se trata de disfrutar más y de preocuparse un poquito menos.
Querido diario... he conocido a un chico. Un chico malo de esos que parece sacado de una película y que siempre acaba enamorándose de la chica más inocente. Un chico que me hizo parecer un corderito a punto de ser cazado por un león, y que a día de hoy me ha dado la fortaleza necesaria para hacerme sentir también un depredador, como él.
Un chico de esos que no vive preocupado por los horarios, de esos que entran en tu vida sin que puedas evitarlo y te trastocan todos los planes. Un chico de esos que te tumba los esquemas y te ayuda a construir otros nuevos, de esos que vuelan tan rápido como las balas y que si los calas, están dispuestos a llevarte con ellos.
Y así fue.
Le he conocido como dos aventureros pueden conocer una tierra nueva. En todos los idiomas, en todos los rincones, en todas las facetas, en todos los lugares en los que nunca se quiere entrar pero por curiosidad acabas entrando. Y es que querido diario, no se trató de mucho más. Fue simple curiosidad lo que me llevó a encontrarme con aquellos ojos color chocolate que en aquel entonces no paraban de mirar a todas partes y que a día de hoy solo me miran a mí.


Éramos solo dos extraños deseando descubrirnos, yo tan Sol y él tan Luna, tan diferentes y tan complementarios al mismo tiempo, tan necesarios para la existencia del otro, tan imprescindibles, tan capaces de leernos la mente con una mirada y de terminar en los mismos cinco segundos la primera vez. Él tan oscuro como la noche y tan brillante como la Luna, yo tan radiante como el Sol y tan monótona como el cielo.
Querido diario... he conocido a alguien capaz de llevarme a cualquier lugar del mundo solo con rozarme con la yema de sus dedos.
Alguien capaz de llevarse mis demonios y quedárselos él. Alguien que interpreta mis miradas y comprende mis enfados. Alguien incapaz de confundir mi tristeza con mi cansancio. Alguien capaz de arrancarme la ansiedad en un suspiro ahogado en un beso. O en dos. O en todos los que sean.
He conocido a alguien que me ha hecho volver a creer en el amor, alguien que me ha ayudado a resurgir de mis cenizas como el ave fénix, un chico que me ha hecho entender que el mejor amor no es el primero, es el segundo, porque es el que te hace volver a ver luz donde todo estaba negro.
No te voy a mentir, no es un príncipe Azul de cuento de hadas que vino a rescatarme de mi torre en su caballo blanco, él es más bien un chico de barrio que llevaba una camisa y unos vaqueros e intentó entrarme en una discoteca una noche cualquiera de diciembre. No lleva caballo, le gusta ir a pie.
A mí me encanta.
Es uno de esos chicos que te inquieta y te calma con una sola mirada, uno de esos chicos que estalla como la Coca-Cola recién agitada, el típico chico malo y yo la típica niña buena, destinados o condenados a encontrarnos.
Él me enseña a disfrutar un poco más y me coge la mano para andar a mi ritmo. Y a cambio yo le enseño a ir un poco más despacio y a que vea las pequeñas cosas del día a día.
Como por ejemplo lo bonito que es vernos dormir durante una tarde entera, lo simple y complejo que resulta conectar con una sonrisa, lo valioso de las miradas y las caricias, la inmensidad de un te amo susurrado entre gemidos.
Es por todo esto que sé que he conocido a una de esas personas que te enseñan lo que se siente cuando amas y eres amado por igual, en resumidas cuentas, he conocido a alguien que hacía mucho tiempo que andaba buscando sin saberlo.
Alguien que una vez te engancha, no quieres volver a soltar jamás.