Hoy quiero dedicarle estas líneas al pilar más grande que sujeta mi
vida, la persona que me trajo al mundo y me quiso incluso antes de que
llegara a existir.
Mamá, hoy me gustaría agradecerte tantísimas
cosas que sería imposible acabar, lo sabes todo porque aunque a veces
fallo, me encargo de demostrártelo todos los días.
Sabes que ante
todo eres una amiga para mí, y eso es lo más valioso y no te imaginas lo
que me llena eso, aunque no estés de acuerdo con la mayoría de las
decisiones que tomo, aunque no te guste el rumbo que le doy a mi vida,
siempre estás ahí. Y no importa las veces que me caiga al suelo, siempre
estás ahí para levantarme y de verdad que ojalá queden muchísimos años
para decirte adiós porque yo sin ti no sé qué haría.
Gracias por
darme tu opinión y por reírte conmigo, por viciarte conmigo a las
series, por hacer que me sienta menos culpable de cualquier cosa, por
confiar en mí cuando yo no lo hago, por intentar entenderme y por
respetar, aunque a regañadientes, las decisiones que tomo. Por repetirme
lo mismo 80 veces sabiendo que al final seguramente no te haga caso, y
seguramente me pegaré la ostia y vendrás y me dirás "te lo dije" y mira
que odio que me digas "te lo dije", pero después de decírmelo me abrazas
y te prometo que cuando me abrazas me siento tan segura como aquel bebé
recién nacido que tenía los ojos como platos.
Porque mami eres amiga, eres compañera, eres consejera, eres psicóloga, eres dietista, eres amor puro, eres fuerza, pero sobretodo eres HOGAR.
Feliz día de la madre mamá, como tú no hay otra igual.
Te quiero hasta el infinito y más allá.
Gracias.
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