Y de repente, añoras tu infancia, donde una caída y una rascada en la rodilla dolía más que un corazón roto, donde los chicos te daban asco y solo pensabas en pasarlo bien, hacer tonterías, sin maldad alguna. Añoras tener pajaritos en la cabeza durante todo el día, y aprobar los exámenes con sobresalientes sin necesidad de estudiar, donde todo era de casa al colegio, del colegio a casa, cuando las únicas preocupaciones que teníamos era perder la partida de un mini juego, donde podíamos pedir miles y miles de regalos para reyes. Donde todo eran ilusiones que siempre acababan en sonrisas, y no en lágrimas. Donde si tenías una mejor amiga, no dejaba de serlo, y los únicos libros que leíamos llevaban dibujos de colores, donde uno de tus grandes y graves problemas era que tu serie favorita se atrasara de la hora punta. Cuando teníamos menos horas de clase y más de recreo y no nos daba vergüenza ir de la mano de nuestros padres, cuando en los días de lluvia aprovechábamos para sacar las muñecas y ponernos a jugar, donde te daban un trozo de tela y te entretenías imaginando cosas extraordinarias, desgraciadamente, eso se acabó. Has crecido. Te has hecho mayor, acostúmbrate al cambio. Porque ahora viene lo bueno...
Creo que es uno de los textos que más me ha llegado,te lo juro... :') Es demasiado bonito, me ha encantado,de verdad ^^
ResponderEliminar¿Sí? ¡MUCHAS GRACIAS! :') me anima mucho, ya lo sabes :$
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