domingo, 2 de noviembre de 2014

"Porque sin ser nada lo somos todo."

Supongo que todo empezó como un juego y acabó siendo una realidad, que todo empezó con un par de bromas que terminaron siendo verdades, con frases sin sentido que con el tiempo fueron teniéndolo, con miradas que no decían nada pero a la vez lo decían todo, con risas que estallaban en mitad de silencios que no se hacían incómodos entre los dos, con simples abrazos que acabaron escondiendo un secreto dentro de mí. Supongo que todo empezó con ese cosquilleo que sentía en mi interior al quedarme mirando tus ojos, o tal vez empezó con esa sonrisa que me contagiabas, o puede que solo fuera el calor en mis mejillas cuando te tenía a centímetros... Quizás nunca recuerde en qué momento exacto despertó este sentimiento, solo sé que en cuestión de unos días pasaste de ser un completo desconocido a alguien imprescindible para mí. Y que supongo que te quiero. Te quiero, en el significado literal del concepto "querer". Te quiero con tus manías, te quiero con tus errores, con tus imperfecciones, con tus defectos, con tus aficiones, con tus objetivos y tus caídas. Te quiero en mis conversaciones de whatsapp (aunque siempre preferiré tenerte a centímetros), te quiero las 24 horas del día los 7 días de la semana y te querré en cualquier parte del mundo, siempre que estés conmigo. Te quiero por ser como eres, te quiero por estar siempre ahí, te quiero por hacerme feliz aún sin ser nada, porque sin ser nada lo somos todo. Por aparecer en mis sueños y seguir presente en mi realidad, porque he aceptado tus defectos y he aprendido a amar cada uno de ellos, porque me delata la sonrisa cuando escucho tu nombre y quiero darte las gracias por simplemente haber aparecido en mi vida y formar parte de ella.

Que supongo que todo empezó como un juego...y yo acabé enamorándome.


No hay comentarios:

Publicar un comentario